Pues si, a pesar de lo grande que parece mi casa, a mamá se le ocurrió agrandarla un poquitin más. Como a eso de las 8:30 escucho voces (no las de mi cabeza), eran los trabajadores que estaban del otro lado de mi ventana, martillando y haciendo su trabajo de una manera tan ruidosa que ya no pude dormir. Tan de malas como estaba (por que quien me conoce, sabe que si me despiertan de manera ruda me pongo bastante loka), trate de dormirme otro ratito, di vueltas en la cama, y como en tregua de lunes, dejaron de hacer ruido, me quede privada después de una hora, y todo para despertar con el dulce sonido de un cincel en mi cabecera, ¡maldita sea!, vi la hora, 12:30, bueno al parecer la tregua duro buen rato.

Acabo de pasar a Piegg al piso, a un lado del escaner, y es que no me quiero imaginar como le puede afectar tanta vibración y ruido al pobrecito, es el pez mas consentido de todos los beta, siempre que le hablo pega su nariz contra el cristal, es todo un amor, y el que no lo crea, que venga y le hable –Pieeeeggg- y verán como viene nadando inmediatamente.

(esta es una mala foto de Piegg por que esta mas regordetin y mas verde)

Bueno…

Hace unos minutos vi a través de las cortinas algo que colgaba de la marquesina, ¡ah nada del otro mundo!, na´mas un tanque de gas estacionario de 500 litros o algo así, aja el mismo que estuvo casi un año afuera de mi ventana, siempre pensé que si una de esas balas perdidas, de las que luego suelen haber por aca, le pegaba al dichoso tanque, toda la manzana volaría en pedazotes.

(apoco no es como un zepelin, que mello tenerlo en la ventana cerca de los cohetes y balas)

Bien pues, me dispuse a ver como lo subían al tercer piso con un lazo de un grosor de 5 centímetros a lo mucho. Me quede aterrada al ver como se balanceaba sin que lo pudieran subir ni volver a bajar, no se cuantas ideas pasaron por mi cabeza, lo único que deseaba era salir corriendo lo mas lejos posible con mi pez en las manos. Total que los que “volaron” el tanque (jaja que expresión tan adecuada), como si nada lo dejaban ahí, balanceándose y despostillando la recién creada pared y también la marquesina, cuando solo faltaba un cacho para que estuviera arriba, se escucho un golpe, cerré los ojos y pensé -¡ya valio!

nop, na´mas fue un sustillo.

Ahora siguen los ruidos arriba de mi cabeza (no son las voces), les faltaba volarlo por la pequeña bardita de la azotea, las cinceladas continúan.

Falta poco para que me despida de la morada calma de mi habitación, van a tirar la ventana, tendré que sacar hasta el ultimo trique, mueble, juguete, aparato eléctrico y pez existente en este lugar, también cambiaran el piso 0_0, wakala!! Ke bodrio!! y para acabarla de chingar tengo que comprar mas pintura para el nuevo pedazo de cuarto, 2 colores azul y morado.

Yo solo quería unas pacificas vacaciones, solo dormir bien, ya no me quedare tan tarde a escribir en este blog por que me despiertan temprano y ando de malas por no dormir mis 11 horas de rigor.
J0J0J0