A veces, cuando me siento completamente ansiosa y perdida en un mar encontrado de sensaciones similares a la histeria, salgo a caminar, de preferencia después de las 5:30, que es cuando el sol esta bajando y brillan las hojas de los árboles con esa luz dorada tan particular, y no se siente calor, y el vientecillo es agradable.
Me compro una paleta congelada de chocolate, cubierta con chocolate, la destapo antes de pagar y me voy caminando y comiéndola hasta llegar a mi cruce favorito, me siento en el suelo a sentir la calidez del sol, escuchar el sonar del claxon ansioso, la caricia del viento, mirar el cielo azul, me pongo a cantar en voz normal alguna canción y trato de no pensar en, eso…
Hoy después de 6 paletas, intento escribir como plan B.
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