¡¿¡EnTrE LA pENa y eL GoZo??! ... porque siempre se apetece lo dañoso
… y de repente sintió como un tronido, temblaron sus piernas, y vio como su maltrecho corazón se partía en un millón de pedacitos,
más roto que antes,
que nunca…
Prefrió irse a la cama sin cenar y temblando de dolor.
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