jueves, 14 de febrero de 2008


… y de repente sintió como un tronido, temblaron sus piernas, y vio como su maltrecho corazón se partía en un millón de pedacitos,

más roto que antes,

que nunca…

Prefrió irse a la cama sin cenar y temblando de dolor.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario