jueves, 8 de septiembre de 2005


¡Creo que mi muñeca esta rota!

Lo se casi con certeza por que escuche un grito desgarrador hoy por la mañana mientras me quitaba el antifaz de dormida sonriente. Fue un ruido doloroso. ¡Te dije que le dijeras que no anduviera brincando en la cama!, se abrió tremendo hueco y fue a dar al fondo de mis temores, cayo al abismo de las pesadillas, de las mías, de las que no me acuerdo. Te dije que le advirtieras que era frágil, que su vestido podría desgarrarse al primer tirón, que debía mantenerse lejos del gato, que su cabello es inflamable, que las muñecas solo bailan baladas lentas, que el colchón esta hecho de nubes, del material del deseo, que es como los algodones de azúcar, que ella es como una burbujita de jabón.


¡Te dije que le dijeras que no anduviera brincando en la cama!...

¿Te dije que le dijeras que no anduviera brincando en la cama?...
¿te lo dije?

Bueno eso no importa ya, esta rota, y aunque la pegue ya no volverá a ser la misma, las cicatrices no se borran con maquillaje, el dolor no se borra con un… no lo vuelvas a hacer. Las muñecas, después de rotas ya no son tan lindas. Ella lo sabe y tu también.

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